Madrid arde
No se puede esperar otro resultado si llama a tu puerta un grupo de individuos como el que se juntó para cenar ayer cerca de la estación Bilbao de metro en el centro de Madrid. Dimos buena cuenta de las múltiples especialidades alemanas que nos sirvieron. Codillo, sauerkraut, patatas y salchichas blancas, todo ello regado con la mejor mostaza dulce, en mi opinión el mejor invento después de la cerveza, que corría, como no podía ser otra manera. Tomás, Vicen, Buendía, Dani Ponz, El Catedrático, Jorge y algunos más, cuanta clase en tan poco espacio. Las chicas del grupo de al lado nos ponían ojitos, desprendíamos gracia y simpatía y esto no tiene nada que ver con la barra libre de cerveza. Hubo risas, momentos tiernos, noticias frescas y hasta un anuncio de boda. Se brindó, se comió, se bebió y se pagó. Luego salimos de allí no sin antes tomarnos la última y marchamos hacia el siguiente lugar donde nos pudieran acoger. El recuerdo se distorsiona en la noche y se recupera en casa de Tomás donde continuaron las risas. Tomás siguió dejando claro que sigue siendo mucho más campeón que Alonso, nos tomamos la última, se dio una ducha y se fue a trabajar. Muu grande.
Da gusto poder ver a los amigos de vez en cuando, aunque andemos liados, siempre es un placer compartir aunque sean unas horas.
Dentro de poco se empezará a hablar sobre viaje a la casa rural para estas Navidades.
1 comentario
Paulinchen -