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El Jardín

Vincent

Vincent

Este es el nombre del primer corto de Tim Burton, Vincent , la historia de un muchacho atormentado que idolatra a Vincent Price, genial actor que además narra el corto en la versión inglesa. Ya he perdido la cuenta de cuantas veces lo he visto y los pelos se me siguen poniendo como escarpias de lo bueno que es.

 

Vincent Malloy tiene siete años,
es un niño amable pero algo huraño.
Es bueno, obediente y muy educado,
pero él quiere ser como Vincent Price, su idolo soñado.

No le importa vivir con su perro,
su gato y su hermana,
aunque preferiría compartir casa
con murciélagos y arañas.
Allí jugaría con los horrores que ha inventado
y vagaría por los oscuros pasillos, solo y atormentado.

Cuando viene su tía, Vincent parece un cielo.
Pero se imagina sumergiéndola en cera para su museo.
Hace experimentos con su perro Abocrombie
con el fin de crear un horrible zombi.
Con ese espectro terrorífico para los hombres,
buscaría sus víctimas por la niebla de Londres.

Pero él no solo piensa en crímenes violentos,
Vincent pinta y de vez en cuando lee cuentos.
Mientras otros niños leen tebeos de acción
a Vincent es Edgar Allan Poe quien llama su atención.

Una noche, cuando leía una historia horripilante,
algo le hizo palidecer al instante.
Con tamaño disgusto su vida quedo derrumbada,
pues su bella esposa viva fue enterrada.

Debía cerciorarse de que había muerto,
e intentando desenterrarla destrozó las flores del huerto.
Su madre lo envió a su cuarto como castigo,
desterrado en sus sueños a la torre del olvido.
Sentenciado a pasar el resto de su vida
con el retrato de su amada que fue enterrada viva.

Y mientras lloraba sumido en la desesperación
apareció su madre en la habitación.
Le dijo: "Si quieres puedes salir a jugar.
Hace un día estupendo, lo puedes aprovechar."

Vincent trató de hablar pero no pudo,
los años de aislamiento lo volvieron casi mudo.
Así que cogió su pluma y se puso a escribir:
"Estoy poseído por esta casa, nunca volveré a salir."

Su madre le contestó: "Ni estás poseído ni estás medio muerto,
este juego tuyo es solo un invento.
Eres Vincent Malloy, no eres Vincent Price
y no estas loco ni atormentado, ¡caray!
Tienes siete años y eres mi hijo,
vete a jugar con otros niños, ¡te lo exijo!"

Y tras este toque de atención abandonó la habitación.
Pero cuando vincent trato de sobreponerse
las paredes empezaron a moverse.
Crujían, temblaban y su horrible locura la cima alcanzaba.
Vio a Abocrombie, su terrible esclavo,
y su mujer lo llamaba desde el otro lado.

De la tumba nacían sus ecos
y de las paredes surgían manos de esqueletos.
Todas las desgracias que sus sueños atormentaban
entraron en su vida mientras él gritaba.

Trató de escapar, de huir del horror,
pero su mustio cuerpo se derrumbó por el dolor.
Débilmente, casi sin voz, recitó El Cuervo de Edgar Allan Poe:
"Mi alma, esa sombra que allí flota fantasmal,
No se alzará… nunca más."

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